Mujer, sinónimo de lucha, constancia, sororidad y valentía
El Dr. Carlo Marcelo Marcantoni Chamorro extiende un saludo de reconocimiento a todas las mujeres trabajadoras que se desempeñan en diferentes cargos dentro de la Caja de Compensación Familiar de Nariño Comfamiliar, para él como para todo su equipo de colaboradores, un día como hoy es el momento indicado para resaltar por qué un altísimo porcentaje del personal en toda la Caja son MUJERES. Darle la valía que merecen, como parte importante del desarrollo empresarial, su aporte al fortalecimiento en las estructuras familiares y el desarrollo social, es el motivo de este artículo promovido desde la Dirección de la Comfamiliar de Nariño.
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Cada 8 de marzo se conmemora en el mundo la batalla de las mujeres por buscar igualdad, reconocimiento y el disfrute de sus derechos. En 1908, un suceso transcendental y trágico marcó la historia del trabajo y la lucha sindical en el mundo entero: 135 mujeres murieron en un incendio en la fábrica Cotton, de Nueva York, Estados Unidos, el dueño de la fábrica ordenaba cerrar las puertas del edificio, para prevenir robos según él. Ellas tiempo atrás entraron en huelga, se tomaron pacíficamente su lugar de trabajo. El motivo: una reducción de jornada laboral a 10 horas, trabajaban en promedio 12 o 14; un salario igual al que percibían los hombres que hacían las mismas actividades, ellas ganaban la mitad y las pésimas condiciones de trabajo y seguridad que padecían, que incluían malos tratos verbales e incomodidades para su desempeño. Él quería intimidarlas y que regresaran a sus labores, en el mejor de los casos que renunciaran. Sin embargo, el resultado de su falta de consideración fue la muerte de las obreras. En 1910, se desarrolló la segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, en la capital danesa, Copenhague. El tema central fue el sufragio universal para todas las mujeres, y por moción Clara Zetkin, líder del “levantamiento de las 20.000”, se proclamó oficialmente el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, en homenaje a las mujeres caídas en la huelga de 1908.
Para muchas mujeres el testimonio de Lorena Burbano, quien se desempeña en el área de servicios generales, nos recuerda o identifica con momentos de nuestra vida en donde ser madre y esposa nos requieren un plus de esfuerzo al unirse a la responsabilidad de un horario laboral de tiempo completo, sin querer desconocer el insustituible papel del hombre como padre, jefe de hogar proveedor y esposo, la tradición nariñense ha delegado en la mujer funciones que se convierten en cotidianas; ese esfuerzo adicional ofrece sus frutos cuando al pasar el tiempo vemos un hogar consolidado en valores, un esposo feliz y orgulloso de su compañera que batalla con él por edificar la familia, unos hijos sabios, educados personal y profesionalmente útiles para la sociedad. Esas recompensas invaluables nos hacen pensar en que vale la pena dar el ciento por ciento, en días que se extienden a más de las 8 horas laborales, porque continúan con el trabajo en casa, que también debe ser resaltado hoy, porque es tan importante la labor de la mujer en la parte doméstica como el que se hace por fuera del hogar.
Nariño es un territorio pluriétnico, multicultural, con características topográficas, históricas y sociales que identifican situaciones diferentes en el acontecer diario de las mujeres, de los pueblos. Es el caso de la Exprovincia de Obando, conformada por trece municipios; Aldana, Carlosama,Guachucal, Cumbal, Gualmatan, Iles, Contadero, Ipiales, Pupiales, Funes, Córdoba,Puerres y Potosí, siendo la conocida y querida Ciudad de las Nubes Verdes, su epicentro de actividad económica, y es justamente aquí en donde también tiene asiento una de las sedes de Comfamiliar de Nariño, su ubicación geográfica como zona de frontera tiene especial relevancia en el entendido del espectro de acción de la Caja de Compensación Familiar de Nariño, también desde Ipiales, donde empieza Colombia el saludo para todas las mujeres en esta fecha de reconocimiento, que sierva de motivación y unión entre las subregiones nariñenses.
El Pacífico Nariñense está conformado por diez municipios de la Costa y dos del Piedemonte costero del Departamento: Tumaco, Francisco Pizarro, Barbacoas, Santa Bárbara Iscuandé, El Charco, Roberto Payán, Magüí Payán, Mosquera, La Tola, Olaya Herrera, Ricaurte y Mallama; cuán importante ha sido el papel de la mujer afronariñense en el contexto histórico del sur del país, para la Caja de Compensación Familiar de Nariño es motivo de orgullo poder decir que la seccional de Tumaco está en cabeza de una mujer. Ella con su capacitación académica y su conocimiento de la subregión tiene como responsabilidad el aporte de Comfamiliar de Nariño a todos los trabajadores y trabajadoras afiliados y a la comunidad en general para fortalecer el crecimiento económico y social, eje fundamental del plan de acción diseñado por el Dr. Carlo Marcelo Marcantoni Chamorro, para esta zona del departamento que ha sido azotada por factores como la violencia, las actividades ilegales y el abandono estatal. La costa pacífica nariñense y sus mujeres son un baluarte de esa lucha social que durante siglos y en el mundo entero han librado con gallardía las mujeres a quien hoy rendimos tributo.
La mujer pastusa, ha dejado una huella imborrable en la historia patria, recordemos que en 1817 las mujeres empiezan a ejercer su rol político ellas, que durante siglos permanecieron en el asilo de los ámbitos domésticos, pasan a la escena clandestina a través de tertulias o reuniones en cualquiera de los dos bandos, el realismo o el republicanismo, hacían presencia mujeres como voluntarias, aquellas que como dice el coronel Manuel Antonio López, “eran hermanas militares de la caridad que aliviaron la ímproba tarea de nuestra independencia desde sacar agua y víveres, hacer el rancho, vendar a los heridos y hasta cargar pertrechos y fusiles, y espiar a su manera al enemigo”, el calificativo de ‘voluntarias’ aparece en la documentación histórica y precisamente para el caso de Pasto, a estas mujeres el pueblo las llamó ‘gualumbas’, quienes según la tradición oral recogida por el historiador Aristídes Gutiérrez, en los lejanos años de 1824, fueron partidarias de la República y se hospedaron en la Casona de Taminango. Las mujeres realistas o godas no iban detrás de los ejércitos milicianos, pero sí actuaron como espías en el campo enemigo y más en su conducta cotidiana como era la crianza de los hijos, estar en la provisión de los alimentos cuando ellos, los caballeros, se marchaban a los combates. Con estos antecedentes no es sorpresa que dentro de la estructura organizacional de Comfamiliar de Nariño hay a mujeres desempeñándose en cargos de mucha responsabilidad y confianza. En la voz de una de ellas queremos aplaudir el trabajo de todas.
8 de marzo, 115 años después de ese fatídico acontecimiento que enluto a tantas familias y a todo un país, al mundo entero, hoy, les decimos a esas mujeres GRACIAS porque al entregar sus vidas, trazaron un camino más justo del que hoy gozamos, su sacrificio nos brinda la posibilidad de tener jornadas equitativas de trabajo y descanso, salarios sin distinción de género. Somos privilegiadas de pertenecer a una empresa como la Caja de Compensación Familiar de Nariño, en donde no tenemos que ir a huelga para que nuestros derechos sean respetados; pero con todas aquellas que aún en este tiempo tienen que elevar su voz buscando visibilizar su lucha laboral, nos solidarizamos hombres y mujeres desde Comfamiliar de Nariño, donde… Juntos es posible.